Julia Robinson, la mujer que abrió puertas

El 8 de diciembre de 1919 la ciudad de San Luis, Misuri, presenció el nacimiento de Julia Robinson, quien contribuiría enormemente a las matemáticas, principalmente en Teoría de Números y Lógica, y quien sería la primera mujer electa a la Academia Nacional de Ciencia y a la presidencia de la Asociación Americana de Matemáticas.

Cuando tenía 9 años fue diagnosticada con escarlatina y poco después con fiebre reumática, lo que la llevó a estar aislada por un largo tiempo y perder dos años de clases. Robinson pensaba que esta experiencia le ayudó a ser más paciente, lo cual más adelante le ayudaría con sus grandes hazañas matemáticas. Una vez sana, recibió tutorías privadas y logró cursar 4 grados escolares en tan solo un año. A continuación se reincorporó a noveno grado, donde en una prueba de C.I. obtuvo un 98, un puntaje por debajo del promedio, probablemente por su falta de práctica en resolver exámenes. A pesar de la sorpresa de sus profesores debido a su C.I., Robinson comenzó a descubrir su interés por el Álgebra al tener sus primeras clases en el tema. Resaltó por ser la única mujer en llevar clases avanzadas de Matemáticas y Física, incluso ganó el premio Bausch-Lomb por su desempeño en estas clases.

En 1936, a la edad de 16 años, comenzó la carrera de Matemáticas en San Diego State University pero por no estar satisfecha con las clases y gracias al apoyo de su tía, a pesar de que su familia enfrentaba problemas económicos, terminó la carrera en Berkeley, universidad donde fue muy feliz por el gran departamento de Matemáticas que tenía y donde conoció a su futuro esposo, Ralphael Robinson. Comenzó su primer año de posgrado mientras trabaja como asistente de clases en el departamento de Matemáticas y más adelante en el laboratorio de Estadística con Jerzy Neyman, donde a pesar de no estar muy interesada en esa rama, de ahí surgió su primera publicación.

En estos años intentó conseguir un trabajo utilizando su formación matemática pero a nadie le interesaba, fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que sus habilidades matemáticas fueron tomadas en cuenta. Mientras tanto intentó trabajar en el departamento de matemáticas de otras universidades pero fue disuadida por Neyman, argumentando que no podría seguir con sus estudios si trabajaba. Es así que este útimo le dio parte de un fondo designado para su laboratorio para que pudiera sustentarse económicamente mientras ella seguía estudiando.

Terminando su primer año de posgrado continuó buscando trabajo pero Raphael la convenció de seguir estudiando, así volvió para su segundo año de posgrado. Poco después del ataque de Pearl Harbor Julia se casó con Raphael. A partir de entonces no pudo continuar trabajando en el departamento de Matemáticas debido a una regla que prevenía que miembros de la misma familia trabajaran en el mismo departamento académico, por lo que volvió al departamento de Estadística con Neyman.

Ya casada se dió cuenta que le interesaba más formar una familia, por lo que se apartó un poco del departamento académico, aunque continuaba revisando algunos cursos. Tras varios intentos logró embarazarse pero a los pocos meses perdió al bebe, provocando que cayera en una fuerte depresión. Después de un largo tiempo, Raphael le recordó sobre su amor por las Matemáticas y estas lograron distraerla lo suficiente para volver a Berkeley y trabajar en su doctorado.

En 1948 recibió su título de doctora por su trabajo titulado «Problemas de definibilidad y decibilidad en aritmética», dirigida por Alfred Tarski y durante ese tiempo, entre pláticas de Tarski y Raphael, descubrió una formulación del décimo problema de Hilbert, el cual despertó su interés y en el cual trabajaría durante gran parte de su vida.

La formulación del problema es la siguiente: Dada una ecuación diofantina con cualquier número de incógnitas y con coeficientes racionales enteros, idear un proceso de acuerdo con el cual pueda determinarse, en un número finito de pasos, si la ecuación tiene solución en los números racionales enteros. El problema le pareció fascinante, pues no era a los que estaba acostumbrada en los que uno tenía que encontrar la solución, sino que se presentaba una solución y se debía encontrar el problema.

Julia trabajó y publicó muchos artículos al respecto, más adelante se unió a Martin Davis y luego a Hilary Putnam para presentar más avances. Trabajaron en el problema por un largo tiempo y estuvieron muy cerca a resolverlo. En 1970, un matemático soviético, Yuri Matiyasevich, estudió los artículos de Robinson y con el apoyo de ellos llegó a la solución del problema; no existe un algoritmo que satisfaga esas características.

En 1975 se convirtió en la primera mujer en ser elegida por la Academia Nacional de Ciencias en EE.UU. y se volvió miembro oficial del departamento de Matemáticas. En 1982 fue elegida presidente de la Asociación Americana de Matemáticas, donde hizo un gran trabajo motivando a mujeres talentosas a hacer investigación en Matemáticas. Además fue reconocida con el premio MacArthur y un título honorario por el Smith College, entre otros reconocimientos.

En 1984 Julia Robinson fue diagnosticada con leucemia y murió el 30 de julio de 1985, dejando un legado importante por sus avances en Teoría de Números y Lógica y su trabajo a cargo de la AMS $($Sociedad Americana de Matemáticas por sus siglas en inglés). Hoy es recordada como la gran matemática que fue, por los teoremas que probó y los problemas que resolvió.

Bibliografia   [ + ]

1. Solomon Feferman $($1994): Julia Bowman Robinson
Biographical Memoirs, VOLUME 63, National Academy Press, Washington, D.C.
2. Constance Reid $($1987): The Autobiography of Julia Robinson
The College Mathematics Journal, Vol. 17, No. 1, $($1986), pp. 3-21
3. Yuri Matiyasevich $($1992): My Collaboration with Julia Robinson
The Mathematical Intelligencer vol.14, no.4 pp.38-45,
Springer-Verlag, New York.

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